La cititis es una enfermedad común del sistema urinario asociada con un proceso inflamatorio en la mucosa de la vejiga. Es de destacar que una de cada cuatro mujeres al menos una vez en su vida ha experimentado síntomas de cistitis, mientras que una de cada diez padece una forma crónica de esta enfermedad. También vale la pena comparar la incidencia en mujeres y hombres: sólo el 0,5% de los hombres padecen cistitis, lo que se explica principalmente por la diferencia en la estructura del canal urinario y la dificultad de que la infección entre en él.
Causas de la enfermedad
La cistitis en las mujeres generalmente ocurre debido a la entrada de un patógeno condicionalmente patógeno agresivo en la uretra, así como a infecciones de transmisión sexual ascendentes: clamidia, ureaplasma (Ureaplasma), infecciones por hongos del género Candida, etc. Un canal urinario corto y ancho a menudo es vulnerable a tales infecciones. La aparición de cistitis en mujeres también puede ocurrir debido al movimiento de patógenos a través del torrente sanguíneo. Esta vía de desarrollo de la enfermedad se llama hematógena.
Otra variante de infección es la entrada de bacterias a la vejiga debido a patologías de los riñones y uréteres. Normalmente, este desarrollo de eventos se puede observar en la pielonefritis.

Cabe señalar que es una variante menos común, pero aún presente, del desarrollo de la enfermedad, provocada por anomalías en el desarrollo del sistema urinario. La cistitis también puede deberse a una disminución de la contractilidad de los músculos de la vejiga.
También cabe destacar la cistitis durante la menopausia durante procesos atróficos en la mucosa.
Los signos de infección pueden aparecer especialmente activos en presencia de factores predisponentes. Estos incluyen:
- Trabajo sedentario. Sentarse durante más de tres horas seguidas provoca que la orina se estanque, lo que provoca una posible infección de la vejiga. Por tanto, si tu trabajo implica estar sentado en un lugar durante mucho tiempo, es necesario que te levantes cada hora y hagas un breve calentamiento cada tres horas.
- Constipación.
- Presencia de arena y piedras en la vejiga.
- Ropa interior ajustada que puede alterar la circulación sanguínea normal en los órganos pélvicos.
- Hipotermia frecuente del cuerpo.
- Lesiones lumbares, lesiones de la médula espinal.
- Inicio temprano de la actividad sexual.
- Trastornos metabólicos, cambios hormonales en el cuerpo (por ejemplo, menopausia o embarazo). Durante los aumentos hormonales, el sistema inmunológico del cuerpo puede funcionar mal. Tenga en cuenta: durante el embarazo, la futura madre corre un riesgo especial de infección y desarrollo de cistitis. Por lo tanto, durante el embarazo, es necesario controlar cuidadosamente su propia salud y consultar a un médico ante los primeros signos de enfermedad.
- Diabetes mellitus (Diabetes mellitus).
- Terapia con fármacos inmunosupresores.
- Enfermedades oncológicas.
- Dieta desequilibrada e irregular: abuso de comidas picantes y fritas, alcohol.
- Procedimientos de higiene inadecuados (en particular, lavado inadecuado en la dirección del ano a la vagina).
- La posibilidad de infección de la vejiga es alta si no se observa cuidadosamente la higiene personal (uso prolongado de la misma toalla sanitaria o tampón durante la menstruación, cambio inoportuno de ropa interior, uso constante de protectores diarios).
- Estrés, falta crónica de sueño, que tiene un grave impacto en el sistema inmunológico.
- Una disminución general de la inmunidad provocada por la presencia de una fuente crónica de inflamación en el cuerpo (estomatitis, caries, rinitis, amigdalitis). Como resultado, esto puede provocar una alteración de la esterilidad de la uretra.
Por otra parte, cabe destacar una forma de inflamación de la vejiga como la cistitis intersticial, que es consecuencia de trastornos graves en el funcionamiento del sistema inmunológico y es una enfermedad crónica grave.
Síntomas y signos de cistitis.
¿Cómo se manifiesta la cistitis?

Los síntomas de la cistitis son muy característicos y permiten realizar de inmediato un diagnóstico correcto. En primer lugar, se trata de una necesidad frecuente de orinar (el paciente va al baño hasta varias veces por hora) y la manifestación de dolor al final del proceso de vaciado de la vejiga. Además, los síntomas más llamativos incluyen:
- sensación de plenitud de la vejiga incluso después de orinar;
- sangre o pus en la orina;
- la orina con cistitis en mujeres adquiere un olor más acre;
- orina turbia y presencia de escamas en ella;
- dolor en la parte inferior del abdomen;
- cuando la infección se propaga, incluso a las partes superiores del sistema urinario, es posible que se produzca dolor en los riñones y la espalda baja;
- bastante raro, pero se produce dificultad para retener la orina
Si descubre estos síntomas, debe consultar a un médico para un diagnóstico y tratamiento adicional, ya que la forma avanzada de la enfermedad conlleva una serie de complicaciones.
OPINIÓN DE EXPERTO Los síntomas de la cistitis provocan en la mujer no solo malestar físico, sino también psicológico, dejando una huella en su vida personal y social. Por lo tanto, es necesario reaccionar lo antes posible ante la aparición de los primeros signos de la enfermedad y comenzar la terapia.
Si la inflamación causada por la infección se extiende a la capa muscular de la vejiga, puede aparecer la cistitis intersticial, que ya se mencionó anteriormente. En este caso, la orina penetra a través de las paredes del órgano, así como su reflujo hacia los uréteres.

Si no se trata y si la infección se propaga verticalmente, se puede desarrollar enfermedad renal-pielonefritis (pielonefritis).
Tipos de cistitis
Es necesario distinguir entre tipos de enfermedades que difieren en el método de aparición, curso, cambios morfológicos y naturaleza de propagación.
Todos los tipos de cistitis se dividen según la naturaleza del curso en aguda y crónica. Consideraremos ambas opciones para el curso de la enfermedad.
cistitis aguda
En el contexto de la manifestación de los síntomas descritos anteriormente, la cistitis aguda produce fiebre leve y malestar general. Los vasos sanguíneos de la vejiga se dilatan, lo que provoca la hinchazón de las paredes del órgano. En este caso, se observan hemorragias puntuales e hiperemia (hiperemia). Durante la fase aguda de la enfermedad, las membranas mucosas y submucosas de la vejiga suelen sufrir, su epitelio se desprende en algunos lugares y puede aparecer sangre en la orina. El color de la orina en la forma hemorrágica de la enfermedad puede variar de rosa claro a marrón turbio.
cistitis crónica
Cuando la enfermedad entra en la fase crónica, la inflamación se expande y pasa de las membranas mucosas y submucosas a la capa muscular de la vejiga. En este caso, el color de la mucosa adquiere un tinte blanquecino o grisáceo. Si la enfermedad no se trata durante un período prolongado, aparecen procesos escleróticos en el órgano, por lo que su volumen puede disminuir.
En la forma crónica, todos los signos mencionados anteriormente pueden aparecer “borrosos” y no claramente expresados, lo que dificulta el diagnóstico. Si se sospecha cistitis crónica, es necesario confiar en los datos de la anamnesis, la macro y microscopía de la orina, la cistoscopia y el examen bacteriológico. De particular importancia a la hora de identificar la cistitis crónica es un examen ginecológico paralelo, ya que a menudo son las infecciones genitales las que provocan la aparición de formas crónicas de cistitis.
Cistitis aguda y crónica: ¿a qué médico debo contactar?
Las pruebas estándar para diagnosticar la cistitis en mujeres mayores, mujeres maduras y niñas son un análisis de orina general, un urocultivo para identificar la flora patológica (bacteriuria) y un análisis de Nechiporenko. Como medidas adicionales, las clínicas modernas suelen ofrecer ecografías de la vejiga y los riñones, cistoscopia y detección de ITS. En algunos casos, el médico puede ordenar la recolección de orina para su análisis, no utilizando el método estándar, sino mediante un catéter. Esto puede ser necesario para evitar que el flujo vaginal ingrese a la orina.
Tratamiento de la cistitis
El tratamiento de la cistitis aguda se basa en fármacos antibacterianos. Debido al hecho de que dichos medicamentos se excretan por los riñones, es muy fácil lograr la concentración requerida del antibiótico en la vejiga, por lo que el efecto del tratamiento aparece lo más rápido posible. Hay dos factores importantes a considerar:
El médico debe prescribir antibióticos después de recibir los resultados del urocultivo, que determinarán la sensibilidad del patógeno al fármaco elegido.
Incluso después de que se haya aliviado la afección, se debe llevar hasta el final el tratamiento prescrito con antibióticos, lo que evitará una recaída y que la enfermedad se vuelva crónica.
Como medidas auxiliares para el tratamiento de la cistitis se utilizan los siguientes:
- medicamentos para aliviar los espasmos de la vejiga, medicamentos antiinflamatorios generales;
- fisioterapia;
- ozonoterapia;
- acupuntura.
Para el tratamiento de la cistitis crónica también se puede utilizar la administración tópica de fármacos que impidan la proliferación de microorganismos patógenos. El gel se recomienda para eliminar las molestias vaginales, normalizar la microflora y restaurar la mucosa vaginal después de enfermedades infecciosas e inflamatorias y después del tratamiento con antibióticos.
cistitis aguda
Vale la pena señalar que el tratamiento de la cistitis aguda siempre implica reposo en cama. Tratar el proceso inflamatorio en la vejiga "sobre la marcha" sin conceder una baja por enfermedad, especialmente en la estación fría, significa arriesgarse a una posible transición de la enfermedad a una forma crónica. La enfermedad siempre va acompañada de un estrés severo para el cuerpo, que requiere reposo y descanso. Al mismo tiempo, ignorar la enfermedad y posponer una visita al médico puede "dar como resultado" pielonefritis, cuyo tratamiento requerirá supervisión médica constante.
Más información sobre el tratamiento farmacológico de la cistitis en mujeres: medicamentos
Algunos de estos medicamentos suelen recetarse para aliviar los síntomas y tratar la cistitis en las mujeres:
Fosfomicina trometamol. Este medicamento tiene un efecto antibacteriano sobre la mayoría de las bacterias grampositivas. Se prescribe a partir de los cinco años y está contraindicado en casos de insuficiencia renal grave.
Furazidina. Un fármaco antimicrobiano que es bien tolerado por los pacientes. Combate eficazmente la acción de muchos microorganismos dañinos, incluidos estafilococos y E. coli. Tenga en cuenta que el medicamento tiene contraindicaciones, incluido el embarazo y la insuficiencia renal.
Antibióticos y quinolonas. Estos medicamentos para la cistitis en mujeres tienen un amplio espectro de acción, por lo que se recetan no solo para el tratamiento de la cistitis sino que también combaten eficazmente una serie de ITS, estreptococos y estafilococos. Úselo sólo después de consultar previamente con un médico.
Tratamiento de la cistitis en casa.
Tratar la cistitis en casa puede resultar muy eficaz. Por supuesto, los tratamientos caseros no excluyen la visita al médico y la necesidad de realizar pruebas, pero ayudarán a aliviar los síntomas y el dolor desagradables.
La decocción de gayuba muestra una eficacia excelente, como lo confirman nefrólogos experimentados. Esta hierba tiene un efecto diurético y elimina eficazmente la flora "mala" de la vejiga.
También se recomienda el uso de jugo de arándano que, por su ambiente ácido, previene la proliferación de microorganismos. Ante las primeras manifestaciones de los síntomas de la cistitis, se puede tomar una decocción de arándanos rojos, oreja de oso y media palma.
dieta terapéutica
Para aliviar la inflamación lo más rápido posible, se recomienda beber mucho líquido: el volumen mínimo de líquido consumido debe ser de 1,5 litros por día.
También es necesario seguir una dieta.
La nutrición para la cistitis tiene una serie de restricciones. Eliminar los alimentos picantes y picantes promoverá la recuperación y ayudará a evitar que la situación se repita. Durante el período de tratamiento, es necesario evitar por completo el alcohol. Esto se aplica a todas las bebidas que contienen alcohol.
Si nota dolor y frecuencia al orinar, sangre, escamas o pus en la orina, no se apresure a entrar en pánico. De hecho, según las estadísticas, la cistitis femenina es un fenómeno muy común.
Lo principal es no demorarse y consultar a un médico a tiempo.
























